COLABORADORES: María Ana García de Blas, Bárbara Ortiz, Rocío Sánchez, Teresa Torrijos.
ESTRUCTURAS: QL Ingeniería.
Los paisajes del entorno de los Volcanes de San Antonio y Teneguía integran objetos naturales y percepciones subjetivas, constituyen el patrimonio colectivo y dinámico resultante de procesos en los que interaccionan elementos físicos, biológicos y antropológicos; tangibles e intangibles. Son resultados geográficos formales, precipitados visuales que manifiestan las relaciones sociales, económicas y culturales de las comunidades con su entorno en un contexto de huellas geológicas y resonancias históricas. Y también son lugares propicios para actos con proyección de futuro, tal como es el caso objeto de proyecto.
Por ello hemos propuesto una arquitectura que invita a la relación de las personas entre sí y con los elementos: con el mar, los volcanes, los vientos alisios, las puestas de sol, la luna. Una arquitectura que se muestra totalmente accesible desde el primer momento y anima decididamente a acercarse y a disfrutar libremente de estas aguas termales lúdicas y sanadoras. La forma del Balneario, -dos gotas de agua de colores irisados- fomenta el uso ciudadano de las termas y aporta la estrategia para su integración en el paisaje, porque desde todo punto de vista elevado, no dará la sensación de que la playa ha sido invadida por edificaciones sino más bien que han surgido nuevas charcas que la Fuente Santa nutre con generosidad.