ARQUITECTO ASOCIADO: Enrirque Azpilicueta
COLABORADORES: Sebastian Gonzalez, David Hernando, Bárbara Ortiz.
CONSULTORES: Schlaich Bergermann und Partner (estructuras) y R.Úrculo Ingenieros Consultores S.A (instalaciones)
El Campus de la Justicia de Madrid es un conjunto formado por quince edificios de forma cilíndrica distribuidos en un jardín y destinado a reunir todas las sedes judiciales de la ciudad. Para cada uno de ellos fue convocado un concurso internacional de arquitectura en dos fases, y de ellos resultaron ganadores proyectos de Norman Foster, Zaha Hadid, Richard Rogers, y I.M. Pei entre otros.
El plan de urbanismo, un conjunto de círculos, nos remite sin esfuerzo al aspecto que presentan las estrellas en el firmamento, imagen congelada de un universo en constante movimiento. Dentro del Campus de la Justicia este edificio estará en servicio las veinticuatro horas del día. Al tratarse también de un cuerpo en movimiento permanente, nos pareció natural que adoptase formas elípticas, por ser éstas en cuyas orbitas se mueve la materia, tanto a escala del universo como a escala atómica.
Procedimos a desarrollar una investigación de las posibilidades espaciales y formales que dotasen de carácter al campus y supusieran un paso más allá, sin alterar el concepto básico del cilindro definido por el plan de urbanismo. Esta investigación nos llevó al estudio de la elipse como forma simbólica. Con ello pretendíamos profundizar en las tipologías definidas por el plan y a la vez llevar el concepto arquitectónico hacia un lenguaje fluido y de apariencia cambiante.
La superposición de plantas elípticas giradas potencia la expresividad de la volumetría, dando como resultado un edificio que se transforma a medida que nos desplazamos por sus alrededores. Esta disposición no renuncia al diálogo con el resto de tipologías circulares pero si confiere un carácter individual al edificio. Un carácter móvil, cristalino y evanescente que lo hace atractivo y reconocible por los futuros usuarios.