COLABORADORES: Bárbara Ortiz
El edificio en el que se encuentra la casa es un ejemplo de la mejor arquitectura residencial de finales del S.XIX del barrio de los Jerónimos de Madrid: zócalos de granito, cimentaciones y muros de ladrillo tosco sin revestir y detalles de fachada sumamente simplificados.
El proyecto pretende recuperar la secuencia de salas encadenadas paralelas a la fachada, con vistas al parque, y por otra adaptar la distribución a un modo de vida contemporáneo recuperando el espíritu austero y elegante de esta arquitectura. Se restauraron los suelos de madera en toda la vivienda, así como las puertas y las ventanas exteriores e interiores. Se recupero la planeidad de los muros, que se revistieron con temple blanco, un acabado natural que permite que los paramentos respiren. Se recuperaron también las cornisas, simplificándolas, con el fin de definir los techos de cada sala.