COLABORADORES: Bárbara Ortiz, Belén Fernández Feliz.
El proyecto de la nueva sede general para la firma Sybilla en Madrid implicaba la rehabilitación de un antiguo taller de artes gráficas situado entre medianeras y sirvió de oportunidad para proponer una arquitectura de carácter marcadamente sostenible, en respuesta no sólo a una exigencia social, económica y política, sino al expreso deseo del cliente.
El edificio, una construcción muy pobre de los años cincuenta, carecía de una adecuada iluminación y ventilación natural. Decidimos crear una amplia secuencia de patios, terrazas y jardines simultánea a la secuencia de espacios de trabajo, empleando los amplios recursos de espacios adaptados a lo extremo del clima de los que disponemos en nuestra cultura. Los estudios de diseño se situaron en el cuerpo que da a calle, y el taller de patronaje y la sala de pruebas en una nueva nave sobre cuya cubierta se creó un gran jardín. Todos los espacios de las distintas plantas se comunican interior y exteriormente, lo cual da lugar a múltiples y variados recorridos.
La secuencia de espacios interiores y exteriores alcanzó el objetivo de crear microclimas particulares adecuados a cada situación, dotar a todo el edificio de luz y ventilación natural y convertir en un vergel este antiguo y degradado edificio.